Análisis plano secuencia Sed de mal
Sed de Mal (1958) es una película dirigida por Orson Welles que se ha consagrado a lo largo del tiempo por su gran calidad cinematográfica. Aclamada tanto por los críticos como por el público, se ha convertido en una de las obras de culto imprescindibles dentro de la historia del cine.
Orson Welles es uno de los grandes innovadores de la historia del cine, en todos los términos, pero entre ellos cabe destacar su papel dentro de la narrativa cinematográfica.
Inventó un plano secuencia que se había creado anteriormente, pero él se encargó de acuñar el término, es el plano secuencia tal y como lo conocemos hoy. Es decir, un movimiento de cámara donde la propia cámara va avanzando por un decorado y van entrando y saliendo personajes de la película. Se trata de hacer algo que visualmente es atractivo y a la par te permita ir contando las cosas.
Como director, Welles apostó en este filme por planos muy cerrados, primeros planos picados y contrapicados para incomodar al espectador en un thriller sobre corrupción, intriga y suspense. El plano secuencia a analizar tiene una duración de 03:11 y de él es posible abstraer la esencia de toda una película de 108 minutos. Este plano se ha calificado como uno de los mejores comienzos dentro de la historia del cine.
Observamos su inicio con un plano detalle donde un hombre misterioso activa una bomba. El encuadre del plano cambia directamente a un plano general, y entra en escena una pareja. De seguido, el encuadre vuelve centrarse en el hombre que sale rápidamente para introducir la bomba en el maletero. En estos 36 segundos de metraje, Welles ya deja claro el tono de suspense de la película. El plano secuencia continua con la pareja subiéndose al coche mientras que el hombre misterioso desaparece del escenario. Cabe recalcar, que el espectador es consciente desde un primero momento donde se encuentra la bomba. Esto, provoca en él un mayor estado de tensión al saber que los propios protagonistas desconocen la situación.
Respecto al sonido extradiegético, la secuencia va acompañada por una música alegre que se combina con el sonido de una percusión que de fondo advierte al espectador de la cuenta atrás de la bomba.
A continuación, la cámara se sube de forma gradual a una grúa para continuar grabando la trayectoria del coche desde el cielo. Siguiendo el recorrido, el coche pasa por detrás de un edificio, de tal forma que nos impide saber donde se encuentra. Todo ello en medio de una sugerente mezcla de luces y sombras.
Después, el coche entra a la carretera y se para en un paso de peatones mientras que la cámara sigue en movimiento, dando la sensación de que finaliza ahí, pero el coche continúa su recorrido y la cámara cierra el plano centrando toda la atención en otra pareja. Aquí se entrecruza otra línea argumental y entra en juego el protagonista de la película: el detective Vargas, encarnado por Charlton Heston, junto con su esposa Susie.
La cámara se centra en ellos mientras que el coche toma un segundo plano. Ambos llegan a la frontera con Estados Unidos y el matrimonio Vargas mantiene una conversación con los policías, mientras que el coche con la bomba se encuentra a su derecha. Finalizada la conversación, la cámara vuelve a enfocar a la pareja del coche, y es cuando la mujer menciona el tictac de la bomba pero nadie le presta atención. Mención aparte, este dialogo marca el estereotipo de la “mujer rubia tonta” de la época.
El coche continúa su camino, y la cámara vuelve a dirigirse al matrimonio Vargas que se funde en un beso a través de un plano americano. Justo en ese momento, cuando el espectador cree que la bomba no va a explotar, se escucha un sonido extradiegético: la explosión de la bomba dentro del coche.
Desde mi punto, considero que el plano secuencia se conforma por un gran número de acciones que pueden dejar en un segundo plano la acción principal. Cabe destacar el atrevimiento de Orson Welles al realizar este plano secuencia de larga duración. Habría sido más sencillo hacerlo con diferentes planos pero la esencia que lo caracteriza se habría perdido.